viernes, 27 de febrero de 2009

HISTORIAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

La verdad es que cuando la gente comenta lo mal que va la Seguridad Social, nunca llegas a pensar hasta que punto es así. A parte de las listas de espera y todo esto es las condiciones en las que se encuentran los hospitales. Muy moderna la entrada pero cuando sales del ascensor piensas que se ha producido un fenómeno extraño y que por alguna razón te han trasladado a un hospital tercermundista: paredes sucias y desconchadas, puertas pintadas en rosa con "retoques" en gris, algunas puertas se ve la madera porque están como forzadas, etc. Crees que has llegado al sitio y no hay nadie en información para preguntar. Esperas en una sala de espera durante 20 minutos, nadie te llama. Cuando aparece alguien te dice que hay no es, que es en el pasillo donde están las sillas. ¡¡¡¡No hay sala de espera¡¡. Un pasillo mugriento con sillas mugrientas y dos puertas abiertas en plena corriente. No quiero ni imaginarme como estará la camilla donde me voy a tumbar. Empiezo a preguntarme a donde va a parar el dinero que me descuentan cada mes. La sala del TAC limpia, bien.

Días después voy a recoger un papel y me dicen que mi historia sale un aviso, que puede ser por la recepción de una prueba programada (TAC) u otra cosa que ya lo miraran. Pero nadie lo mira.
Al solicitar hora para volver al medico, empezó la locura. Me dicen que no me pueden dar hora porque hay un aviso y dice que ese ambulatorio , después de llevar 10 años en el, no me corresponde, por mi código postal (distrito). Otra recepcionista, una señora mayor que estaba escuchando la conversión, dice que cuando se introduce la calle que sale automáticamente el código postal. Le comento que es erróneo, que lo han debido de modificar de la base de datos y que si lo pueden cambiar, esta señora dice que no, que no cambian nada, y que pida hora en el otro ambulatorio ¡¡¡eins¡¡ o sino una cita con el director medico a ver si acepta que me quede en ese ambulatorio y sino cambiar de medico, ¿ahora? ¡¡Si llevo 3 semanas de baja¡¡¡¡ ¡¡¡Empiezo a alucinar¡¡.
Tenian que ponerme una inyección y la buena señora me dice que me van a hacer el favor de ponermela pero que no deberian porque no es mi ambulatorio. Encima tengo que estar agradecida, ¡¡¡¡Increible¡¡
Le comento que mi marido y vecinos van allí, me dice que es igual. A mi no me corresponde.
A la chica que me estaba atendiendo le pido que mire la ficha de mi marido para comprobar el dichoso código, lo mira y esta bien. La señora mayor me hace la siguiente pregunta: ¿Vivís juntos? Ahí si que me quede loca del todo. ¡¡¡Señora si no viviéramos juntos, no habría preguntado¡¡.
Coincido con un vecino del portal de al lado y le pregunto el código postal y comprueban que es el que yo digo, pero nada la señora empeñada en fastidiar al personal y poner las cosas difíciles y no solucionar los problemas.
¡¡¡Esta señora no sabe que cobrar del dinero de contribuyente y se dedica a tocar las narices, en vez de dar facilidades¡¡¡
Despues de media hora de tira y afloja y comprobaciones tontas y citas con el director del centro, la recepcionista, que me estaba atendiendo, cambio el codigo, pasando totalmente de ella y se soluciono el problema, era tan simple como eso.
Me veía haciendo una reclamación en atención al paciente, por que esa es otra nunca reclamamos, bueno yo si, pero esa historia la contaré otro día.

1 comentario:

Bruna dijo...

Esto que explicas me suena... no se si le pasó a Zapatero también... o fue a Rajoy?... no me hagas caso igual fué al rey, es que me despisto muy rápido.
Lo siento, nos pasa a muchos!.
Petonets

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